2009/10/06

LA POESÍA TRADICIONAL PRIMITIVA

LA LÍRICA HISPÁNICA
1. Introducción.
2. La lírica popular.
3. La jarcha y el zéjel.
4. La lírica galaico-portuguesa.
5. El villancico castellano.
1. Introducción.
La vía oral fue durante mucho tiempo la más usada para la conservación de obras. La idea de tradicionalidad consiste en la asimilación y elaboración del canto popularizado durante mucho tiempo. Y es el signo de la tradicionalidad el que da a la poesía lírica popular su peculiar carácter y estilo. Las canciones de la lírica popular aparecen en un contorno determinado: por ser cantos de villanos, hallamos una primera delimitación social. El solaz de las gentes de campo ofrecen unos de los contornos propios de esta canción: cantos de aldea con ocasión de fiestas locales de la romería, o del patrono, o del cristo o de la virgen del lugar.
Pero el solaz no es el único motivo del canto, sino también es el trabajo: canciones de labranza, de segadores y espigadoras, de pastores, de arrieros, etc. Y también los cantos propios de los oficios: molineros, herreros, etc.
Suele dominar la exposición del amor desde el punto de vista femenino. La mujer que invoca a la madre, a las hermanas o al amado expone el caso de su amor.
Sánchez Romeralo ofrece esta clasificación:
a) sobre la niña:
- el tema de la morenica
- el juego de los ojos
- los cabellos
b) sobre el encuentro amoroso:
- la espera
- el alba
- ir a la fuente o a lavar al río
- los baños de amor
- la romería
c) las penas de amor:
- el insomnio
- la ausencia
- el olvido y la infidelidad
- la imposibilidad de olvidar el amor
- las penas de amor y el mar
- la malcasada
d) desenfado y protesta:
- la niña precoz
- collige, virgo, rosas
- la guarda
- la niña que no quiere ser monja
e) las fiestas del amor:
- San Juan
- Mayo
2. La lírica popular.
La lírica popular peninsular se puede dividir en tres grupos:
- En Andalucía se encuentran las jarchas, en árabe vulgar o romance, al final de las moaxajas hebreas y árabes (siglo XI).
- En Galicia, las cantigas d'amigo de los siglos XIII y XIV, cantos femeninos de amor, con una forma muy típica asada en un esquema paralelístico en el que se combina la repetición y la variación.
- El equivalente castellano de las jarchas y de las cantigas d'amigo sólo se documenta mucho más tarde: se conservan algunos villancicos del siglo XV, pero en general se atestiguan por primera vez en el siglo XVI.
3. La jarcha y el zéjel.
La moaxaja es un poema estrófico en árabe clásico. En cada estrofa de la moaxaja se distinguen dos partes:
- una con rimas independientes y peculiares en cada caso, llamada bayt (o mudanza)
- otra de rimas comunes a todo el poema, llamada qufl (o vuelta).
Antes de las estrofas puede haber un qufl, al que se llama matla o preludio; si falta, estamos ante una moaxaja aqra (o acéfala). En la última estrofa, el bayt (o mudanza) constituye un elemento de transición hacia el remate del poema que no es en este caso un nuevo qufl, sino un breve texto en estilo directo. El nombre árabe de ese poemilla final es la conocida jarcha.
Algunas de estas jarchas están en romance o, al menos, contienen voces románicas, de ahí su interés. Ejemplo de moaxaja:
aa (matla) bbb (bayt) aa (qufl) ccc (bayt) aa (qufl) ddd (bayt) aa (qufl) eee (bayt) aa (jarcha)
El zéjel del árabe zayal es similar a la moaxaja, pero está escrito en árabe vulgar. Existen dos tipos:
- el zéjel que se ajusta al esquema de la moaxaja pero en lengua dialectal
- el zéjel propiamente dicho que es el que pierde la jarcha y el qufl sólo repite la mitad de las rimas del matla.
El esquema métrico del zéjel es por tanto un trístico monorrimo seguido de un verso de vuelta que da paso a un estribillo:
aa (cabeza) bbb (mudanza) a (vuelta) a (estribillo)
El esquema del zéjel lo heredará la canción tradicional castellana.
Lo importante de la jarcha es que se trataba de un elemento previo a la moaxaja. No siempre era obra de autor pues muchas jarchas aparecen en distintas moaxajas árabes o hebreas. La jarcha está puesta en boca de una muchacha con la que el autor se compara. Las jarchas romances conservadas están incluidas en moaxajas, unas anónimas y otras de poetas que florecieron en los siglos XI, XII y XIII.
Entre los temas más habituales están el sufrimiento amoroso y el panegírico, sin olvidar los motivos báquicos. Se recomendaba ponerlas en boca de un ser animado o inanimado o de abstracciones de cualquier género. En consecuencia, es necesario que en la estrofa anterior a la jarcha figura la expresión él dijo o ella cantó, etcétera.
La mayor parte de las veces se pone la jarcha en boca de una mujer. El tema dominante, entonces, es la ausencia del amado. Bien expone el dolor por la enfermedad del amado, o lamenta su marcha, o pide que se vaya al amanecer. También suele aparecer el tema del espía o del guardador que impide la felicidad de los amantes. Los interlocutores a los que va dirigida la queja amorosa suelen ser el amigo, la madre, las hermanas o compañeras o una adivina.
En cuanto al estilo se recomendaba que utilizara el lenguaje común y vocablos de la jerga del pueblo. Sus palabras debían ser amorosas, estremecedoras, llenas de encanto y arrebatadoras, cercanas al ardor amoroso. Además la expresión individual precisa de interlocutor y por eso abundan los vocativos: habib, mamma, sahhara (hechicero), qawmu (amigos), umma (madre), sidi, mio amor, etc. También son numerosas las exclamaciones. Las formas verbales en imperativo expresan la inmediatez de los sentimientos. Las fórmulas interrogativas contribuyen a subrayar el tono directo y coloquial de la jarcha. Utilizan mucho el diminutivo junto a otros recursos como la repetición, la anáfora y la antítesis.
En resumen, lo esencial de la moaxaja es la jarcha. En las jarchas vemos una supervivencia de la poesía romance preexistente a las moaxajas. En su origen era una poesía en piezas sumamente cortas: cancioncillas de dos, tres, cuatro versos y de aire popular y tono lírico. La moaxaja es un género híbrido, de compromiso entre poesía árabe y poesía romance, un género culto y otro popular.
4. La lírica galaico-portuguesa.
Hasta el descubrimiento de las jarchas, las más tempranas muestras del lirismo peninsular eran los cancioneros galaico-portugueses. Tres manuscritos tardíos nos los han conservado. El Cancionero da Ajuda recoge composiciones trovadorescas, plagadas de tópicos provenzales. Los otros dos son el Cancionero da Vaticana y el Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa o de Colocci-Brancuti, recopilado por el abreviador papal de la corte de León X, Angelo Colocci (1467-1549). Aparte contamos con un único texto de autor individual, las Cantigas d'amigo de Martín Códax, un pergamino escrito a cuatro columnas por una sola cara que contiene también la música de seis canciones.
Desde finales del siglo XII o desde principios del XIII se conservan poemas galaico-portugueses. En los primeros tiempos los juglares, trovadores y segreles (tipo autóctono de poeta ajuglarado) se movieron bajo un fuerte influjo provenzal. Los poetas más celebrados de esta primera época son Bernal de Bonaval que vivió en la primera mitad del siglo XIII; Airas Nunes, Joam Airas del que se conservan 50 cantigas d'amigo, 25 de amor, 10 de burlas y alguna tensón; Pero da Ponte, Meendinho, Pero Meogo, célebre por sus cantigas en que aparece la figura del ciervo y Martín Códax. El rey don Dionís de Portugal (1261-1325), nieto de Alfonso X de Castilla, cultivó los temas provenzales, pero también alentó la vuelta a las cantigas d'amigo.
Se distinguen en los cancioneros galaico-portugueses tres tipos de composiciones:
- cantigas d'amor
- cantigas d'amigo
- cantigas d'escarnho e de maldizer.
Las cantigas d'amor son poemas amorosos cortesanos, escritos desde la perspectiva masculina, con formas estróficas complicadas. Los poetas galaico-portugueses adoptaron otras formas foráneas como los lais de tema bretón; el descordo, canto triste del que se conservan cinco ejemplos; el planto; el serventesio, canción de asunto moral; la pastorela o serranilla y la tençón o disputación que es una forma que puede albergar géneros diversos.
Las cantigas d'escarnho e de maldizer constituyen un auténtico cancionero de burlas con unos 400 poemas. La distinción entre las cantigas d'escarnho y las de maldizer consiste en que aquellas tienden al juego ingenioso y puramente burlesco, mientras que estas se aplican a la sátira y la moralización.
Las cantigas d'amigo son la expresión popular de las anteriores pero con una fuerte influencia culta. Son consideradas supervivientes modernizadas de otras cantigas más arcaicas. Pertenecerían a un género lírico muy difundido por la Europa medieval y documentado en las jarchas y en la primitiva poesía francesa: la canción de mujer. Este tipo de lírica suele constituirse como un monólogo de la muchacha enamorada, aunque también hay ejemplos de diálogos entre la madre y la hija, o entre el amigo y la enamorada.
Son muy comunes los temas del mal de ausencia, la muchacha que pide noticias de su amigo, el lamento desesperado de la mujer que espera, las despedidas, los celos o el insomnio. Menos común es el tema de la alegría por el regreso del amigo.
Los rasgos más característicos de esta lírica son los siguientes:
- la poesía está puesta en boca de una mujer.
- utiliza formas paralelísticas o encadenadas.
- tiene base popular y arcaizante en su expresión poética.
- testimonian un sentimiento muy agudo de la naturaleza.
- cantan un amor natural alejado del fin'amours trovadoresco.
En cuanto a la forma la más característica es la canción paralelística. De su paralelismo se deriva su progresión retardada, pues los versos del poema son a un tiempo reiteración de lo dicho y adición de nuevos elementos. Se pueden encontrar tres tipos de paralelismo: verbal, estructural y semántico.
Frente al zéjel y al villancico castellano, cuyo núcleo poético es la cabeza y el estribillo, en la cantiga, el germen lírico, a partir del cual se desarrolla el poema, es el primer dístico.
5. El villancico castellano.
La recopilación de poemas tradicionales surgió como consecuencia de una moda literaria de mediados del siglo XV que dio acceso a los cancioneros de las cortes de Aragón, Navarra y Castilla, a la poesía popular. Se difundieron como letras de canciones, con su melodía. Nos han llegado en composiciones de una cabeza o cantarcillo inicial (el llamado villancico) y una glosa. El villancico suele tener métrica irregular y ser conciso, sencillo e intenso. La glosa, por otro lado, es un comentario, un desarrollo del tema inicial. Algunas de estas glosas, en particular las breves y de tono más sencillo, son producto de la lenta maduración en boca del pueblo. Difieren de las cultas por su mayor libertad métrica, por la reiteración de palabras o cláusulas de la cancioncilla inicial y por su carácter más intuitivo y directo, menos conceptuoso.
Las características básicas son:
- brevedad y dinamismo.
- condensación estilística y temática, en forma de frases breves, tendencia a la yuxtaposición y abundancia de oraciones nominales.
- sobriedad en el uso de elementos ornamentales, es decir, escasez de metáforas y de adjetivación en función calificadora.
- presencia de elementos dramáticos en forma de diálogos, preguntas y respuestas.
- abundancia de exclamaciones, oraciones exhortativas, dubitativas, repeticiones de palabras, frases, diminutivos, posesivos para incrementar la carga sentimental.
- utilización de un lenguaje cotidiano y popular lleno de naturalidad.
El villancico en su forma deriva del zéjel. Difiere de él en que la mudanza no es un trístico, sino otra combinación estrófica (cuarteta, redondilla, romance, etc) y, además del verso de vuelta, tiene otro de enlace que rima con la mudanza. a menudo este esquema no se da completo y el poeta salta directamente de la mudanza al estribillo o utiliza como vuelta uno de los versos de la cabeza. Es también frecuente el villancico-romance cuya asonancia anula la distinción métrica de los versos de enlace y vuelta. De esta forma el villancico-romance se acerca al romance con estribillo hasta llegar a confundirse con él.
Las canciones tradiciones castellanas presentan temas semejantes a los que hemos visto en las jarchas mozárabes y en las cantigas galaico-portuguesas. Por lo que predominan los poemas relativos al amor. Destaca, como diferencia, la presencia del varón en la lírica castellana, cuya expresión amorosa gira en torno a las prendas físicas o morales de la amada. Otros temas son la belleza femenina concentrada en ojos, boca y cabellos. El tema de la niña enamorada que se enfrenta a los guardadores o canta el goce de los días juveniles o la tristeza de las noches solitarias (La niña que amores ha, / sola, ¿cómo dormirá?). Otro tema es el tormento amoroso por el desdén de la persona amada. Los placeres del amor se concentran en el beso, las caricias y las alusiones sexuales suelen estar veladas por eufemismos y ambigüedades.
También hay canciones de trabajo y de caza cetrera de amor, donde la mujer se trasmuta en garza acosada por el halcón o neblí. Importantes son las fiestas de amor en el resurgir de la primavera en el mes de marzo, el mes de mayo y la fiesta de San Juan, sin olvidar las romerías. Importante presencia tienen la mujer morena, la bella malmaridada, la monja a la fuerza, el amor de fraile y las serranillas.